Desmintiendo mitos: La prostitución se hace por voluntad propia
Según Naciones Unidas, entendemos por trata como "la captación, el transporte, el
traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la
amenaza o a la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al
fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de
vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra,
con fines de explotación". Esa explotación, dice el protocolo de la
ONU, "incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u
otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados,
la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, [...]".
¿Son libres las mujeres que establecen en las calles sus lugares de trabajo? ¿Han accedido voluntariamente la mayor parte de estas mujeres a comerciar con su cuerpo? ¿Son sus ganancias integramente para ellas?. Éstas son las preguntas que deberemos hacernos para saber de qué tema estamos hablando.
Según la ONU en su informe sobre Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual, la media del varón europeo que admite haber solicitado los servicios de una prostituta en su vida gira en torno al 19%, España (39%) representa un valor atípico en Europa, al igual que Puerto Rico (61%) en América del Norte El porcentaje correspondiente a Tailandia sería el mayor (73%).
¿Saben estos casi 4 de cada 10 españoles si esas mujeres estaban de acuerdo con esa relación sexual?
El mismo estudio nos aporta otro dato igual de significativo: Una de cada siete mujeres que ejercen la prostitución podría ser víctima de trata, lo que cuantifica un porcentaje de un 15% del total. En España. De esta forma, en 2005 había como mínimo 279.000 personas víctimas de la tata en Europa y América del Norte, y en 2006 eran sólo 7.300 las víctimas identificadas en Europa. Suponiendo que 1 de cada 20 víctimas consiguiese ser identificada, habría por lo menos 140.000. Casi 20 veces la cifra de víctimas reconocidas.
Hablamos de este fenómeno como "Trata de blancas", diferenciándose del resto porque la sustracción de la persona de su hogar y entorno se hace con fines de explotación sexual lucrativa, siendo el mejor término para definirla esclavitud sexual, no teniendo en absoluto que ver con el concepto de prostitución, acto caracterizado por su voluntariedad.
¿Son libres las mujeres que establecen en las calles sus lugares de trabajo? ¿Han accedido voluntariamente la mayor parte de estas mujeres a comerciar con su cuerpo? ¿Son sus ganancias integramente para ellas?. Éstas son las preguntas que deberemos hacernos para saber de qué tema estamos hablando.
Según la ONU en su informe sobre Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual, la media del varón europeo que admite haber solicitado los servicios de una prostituta en su vida gira en torno al 19%, España (39%) representa un valor atípico en Europa, al igual que Puerto Rico (61%) en América del Norte El porcentaje correspondiente a Tailandia sería el mayor (73%).
¿Saben estos casi 4 de cada 10 españoles si esas mujeres estaban de acuerdo con esa relación sexual?
El mismo estudio nos aporta otro dato igual de significativo: Una de cada siete mujeres que ejercen la prostitución podría ser víctima de trata, lo que cuantifica un porcentaje de un 15% del total. En España. De esta forma, en 2005 había como mínimo 279.000 personas víctimas de la tata en Europa y América del Norte, y en 2006 eran sólo 7.300 las víctimas identificadas en Europa. Suponiendo que 1 de cada 20 víctimas consiguiese ser identificada, habría por lo menos 140.000. Casi 20 veces la cifra de víctimas reconocidas.
Hablamos de este fenómeno como "Trata de blancas", diferenciándose del resto porque la sustracción de la persona de su hogar y entorno se hace con fines de explotación sexual lucrativa, siendo el mejor término para definirla esclavitud sexual, no teniendo en absoluto que ver con el concepto de prostitución, acto caracterizado por su voluntariedad.
v.v.v.
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